Un museo en las antiguas cocheras de Metro

Una plataforma ciudadana intenta evitar su desmantelamiento

Las cocheras de Metro de Cuatro Caminos se transformarán en varios edificios de viviendas y oficinas, derribando la única construcción que perdura desde los orígenes del suburbano madrileño (1919). Para luchar contra esto se ha creado “Salvemos las Cocheras de Cuatro Caminos”, una plataforma surgida el pasado noviembre, cuya primera opción es conseguir la catalogación del inmueble como Bien de Interés Cultural, “una figura que paralizaría cautelarmente cualquier amenaza de derribo, como sucedió con el frontón Beti-Jai o el Palacio de Sueca”, explica Álvaro Valdés, portavoz de la iniciativa.


El espacio, junto a la avenida de la Reina Victoria, pertenece a Chamberí, si bien “es una infraestructura que tiene mucho que ver con Tetuán, pues detrás de la llegada del Metro a Cuatro Caminos estaba la incorporación de este barrio a la capital”, añade Valdés. Desde la plataforma se defiende el escaso conocimiento sobre el edificio –actualmente en uso y en cuyo diseño “está indiscutiblemente la mano del arquitecto Antonio Palacios”– lo que ha hecho que “no se valore”, pese a tratarse de “las únicas construcciones históricas de Metro que se conservan”. Tampoco ha ayudado la tapia de tres metros de altura que las rodea.

Una torre de 25 plantas

La plataforma desea que el complejo se transforme en museo de Metro, aprovechando que “gran parte de los vagones clásicos se conservaron”. El problema: la parcela, de unos 40.000 metros cuadrados, fue vendida por Metro en una repuja celebrada en 2014 a la promotora Grupo Ibosa, que planea levantar tres edificios residenciales –entre ellos, una torre de 25 plantas–, uno de oficinas y otro más para la Administración Pública, además del soterramiento de las actuales cocheras.


No obstante, para Salvemos las Cocheras “el planeamiento se aprobó sobre unos informes que desconocían el valor del lugar, y que aún se pueden modificar de forma que todos ganen: las cocheras ocupan sólo una quinta parte del solar, por lo que habría espacio suficiente para el museo, que computaría como equipamiento cultural, para un parque y aún sobraría para que Metro hiciera negocio”, añaden.


Asociaciones del ferrocarril y de amigos del Metro ya han mostrado su apoyo a esta plataforma, promovida desde la Asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio. También se ha puesto en marcha una recogida de firmas en Internet, que ha superado las 11.000 rúbricas. “Mientras no estén derribadas, no arrojaremos la toalla”, remata Álvaro Valdés.

David Álvarez de la Morena / Foto: Ramiro Linaza.


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