Una academia Jedi en el corazón del distrito

Combates con sables de luz para todos los públicos

El nombre de Tatooine, el planeta en el que se crió Anakin Skywalker, hace referencia a la región tunecina de Tataouine, donde se rodó parte de la saga de Star Wars y cuyo origen etimológico comparte con Tetuán. Y serán cosas de “La Fuerza”, pero ha sido precisamente en este distrito donde el pasado noviembre se inauguraba el primer LudoSport de España, una academia donde se instruyen aspirantes a caballeros Jedi y Sith y en la que la espada láser es reverenciada.


Detrás de esta escuela, situada en la calle de Jerónima Llorente, 7, están Guillermo Serra y Ricardo Navarro, dos emprendedores que por separado se toparon con esta franquicia italiana –con delegaciones en Inglaterra, Rusia, Suecia o Estados Unidos, entre otros– y decidieron unirse para traerla a nuestro país. “Cuando descubrí que existía me dije ‘esto no puede ser’, y contacté con la central, porque creí que tenían que venir a España. Finalmente, nos convencieron para que fuéramos nosotros los que abriéramos aquí”, explica Guillermo.


Esta modalidad deportiva fue ideada hace una década por los Maestros Fundadores, tres amigos con experiencia en diversas artes marciales y entusiastas de la saga galáctica, que estudiaron cómo sería un combate si la espada láser fuera un arma real. “Empezaron a definir estilos y las técnicas que los desarrollaban, además de estudiar los movimientos de las películas, que son una referencia. Así, los siete estilos sí son de la saga, pero las técnicas que se enseñan no tienen nada que ver: en el cine es una coreografía y aquí buscamos el contacto, que es lo que te da el punto y la victoria”, señalan los instructores de la academia.


El proyecto tuvo que acelerar para que la inauguración coincidiera con el estreno de “El despertar de la Fuerza”, que llegó a las pantallas a finales de 2015. Así, mientras a día de hoy aún faltan elementos decorativos o incluso el rótulo en la entrada, la afluencia a las clases va aumentando con cada aparición en los medios. “Comenzamos con dos clases pequeñas, la gente venía a probar, le gustaba y el boca a boca hacía el resto. Pero la semana del estreno tuvimos un directo con TVE y fue un boom absoluto, y tras la última aparición en ‘El Mundo’ nos ha llegado una avalancha difícil de gestionar”, comenta Guillermo, que ahora espera que los vecinos conozcan lo cerca que les queda esta original propuesta.

No sólo frikis de Star Wars

La pregunta, no obstante, resulta obligada: ¿es una escuela para frikis de “La Guerra de las Galaxias”? “Es obvio que está orientado a gente que le guste la saga, pero tenemos alumnos que o no han visto las películas o no les interesan. Esto es un deporte, casi se podría decir que es una actualización de la esgrima, y hay quien quiere probar alternativas a artes como el kendo, por ejemplo. Además, es para casi todos los públicos: admitimos alumnos desde los 13 años, y no hay categorías por edad ni separación por sexos. Existe un ranking y puedes luchar con el número uno o con el 20”, explica este instructor. LudoSport cuenta con una aplicación interna, que permite organizar retos entre los luchadores, y en cada país hay torneos nacionales cuyos vencedores viajan a Italia a la final internacional.


En su ascenso por los siete estilos que forman la carrera hasta maestro, el alumno deberá superar cada dos estilos un examen. Primero, para pasar de padawan o principiante a Sith –seguidores del Lado Oscuro– o Jedi –“los buenos”, para entendernos–; luego a caballero y, por último, a maestro. “Ahora mismo tenemos más Sith, hay más maldad que bondad en la academia”, bromea Guillermo, maestro Jedi y contrapeso de Ricardo, que en su día optó por el camino tenebroso.


Pero el gran símbolo de la escuela es el sable de luz, un arma importada desde la central italiana que, cubierta de un policarbonato resistente, incorpora en su interior un dispositivo electrónico, que le permite iluminarse y reaccionar sonoramente al movimiento o los choques y cuyo color determina la elección por el Lado Oscuro –si es rojo– o Luminoso de la Fuerza.


En los pocos meses que lleva abierto en Tetuán ya se han unido a LudoSport más de 80 alumnos, lo que ha obligado a sus dos impulsores a formar una nueva clase –clan– que se desarrollará por las mañanas, y de la cual se encargará otro instructor también formado en Italia. “Abriremos nuevos clanes a medida que aumente la demanda”, añaden.


El precio de las clases ronda los 55 euros mensuales, aunque el alumno debe pagar el curso completo o la fracción desde la que se incorpore. También se puede acudir a probar la experiencia, pese a que esta opción parece contravenir la célebre enseñanza –“hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”–  de todo un Maestro Yoda.

David Álvarez de la Morena



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