Castillejos: Arte abstracto en la parte alta del distrito

Rutas turísticas por los barrios de Tetuán (IV)

Hoteles, edificios públicos y de oficinas forman, junto a un buen puñado de esculturas, la senda “turística” del caminante por Castillejos, el barrio más moderno y cotizado de todo el distrito de Tetuán. Un barrio delimitado por las calles de Bravo Murillo, General Yagüe y el paseo de la Castellana, y que vuelca sus monumentos en su orilla oriental, fundamentalmente en las paralelas Orense, Capitán Haya y en la propia Castellana.


Comenzando por el vértice de Plaza de Castilla, junto a la Sede General de los Juzgados, Castillejos comparte con Chamartín −aunque perteneciente a éste, según la página web monumentamadrid.es– el Monumento a Calvo Sotelo, erigido en 1960. Un conjunto que ganó en concurso el arquitecto Manuel Manzano Monís y el notable escultor Carlos Ferreira de la Torre, responsable también de otros muchos trabajos, como el de la figura femenina a la entrada del Hospital de La Paz. El monumento muestra al político conservador en piedra y de pie, delante de una pared en forma de quilla, tras la cual aparece otra figura simbólica. La obra, situada antiguamente en el centro de la plaza –donde hoy campea inmóvil la Columna de Santiago Calatrava– fue reubicada durante los años 90.


Muy cerca se encuentra la sede del Instituto Nacional de Estadística –paseo de la Castellana, 183–, edificio construido en 1973 y restaurado en 2007 por los arquitectos César Ruiz Larrea y Antonio Gómez, para mejorar su funcionalidad. En éste, sin duda, lo más llamativo es la combinación de números y colores de su fachada. Una “instalación” del escultor y diseñador Cruz Novillo bajo el nombre de “Diafragma Decafónico de Dígitos”, que esconde un complejo sistema de transcripción de cifras a colores, en el que cada color equivale a un dígito del 0 al 9, y en el que se incorpora el sonido “como un elemento más de la obra, produciendo un efecto de sinestesia”. Si se interpretan los números como notas musicales, la fachada nos “da” una melodía (en la página del INE se explican las equivalencias).

Cajas, hoteles y el complejo Cuzco

Durante los años 80 las cajas de ahorro vascas instalaron sus primeras sucursales en esta zona. Bajando por este margen de La Castellana nos topamos con la calle de Rosario Pino, en cuya esquina se ubicó la Caja Laboral –hoy, Kutxa–. Allí puede contemplarse “La broca”, una columna de hierro fundido de color granate, con cinco metros de altura y muy característica de su autor, Vicente Larrea.


Adentrándonos por Rosario Pino llegamos al hotel con más solera del distrito: el Meliá Castilla, en la calle del Capitán Haya, 43. Inaugurado en 1970 como “el mayor hotel de Europa”, obra de Francisco Goicoechea Agustí, fue referencia hotelera de la capital durante varias décadas, si bien el paso del tiempo y el aumento de la competencia le ha llevado a perder el lustre de antaño.


Junto al Meliá se ubica un edificio construido en 1973, como sede de la antigua Campsa. Se trata de un proyecto del arquitecto José María Bosch Aymerich, que fue rehabilitado en 2002 y que es hoy la sede de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones –Capitán Haya, 41–. En el lateral que da a la calle de Francisco Gervás el inmueble luce un mural de cerámica, elaborado según dibujo de Manuel Viola y con relieves vidriados de Andrés Galdeano. Además, la explanada está rematada con dos esculturas abstractas de Alonso Coomonte.


En la esquina opuesta de la manzana, en el número 58 de la calle de Orense, encontramos una escultura abstracta en el jardín de la entrada del Banco Exterior de España. Una pieza modular y de formas geométricas en acero inoxidable del escultor Feliciano Hernández.


Llegamos ya a Sor Ángela de la Cruz, en cuya intersección con La Castellana se halla la parte más rica arquitectónicamente: el complejo Cuzco. Allí, el arquitecto Luis Gutiérrez Soto −responsable en el distrito del Cine Europa– erigiría los edificios Cuzco I y II a principios de los 70; posteriormente, el arquitecto Mariano García Benito construiría uno de los edificios más interesantes de Tetuán, el Cuzco IV, una planta de tres crujías y fachada de hormigón y cristal, cuyos 80 metros le sitúan entre los 25 edificios más altos de la ciudad. Al otro lado del Paseo, ya en Chamartín, forma parte del complejo la Torre Ministerial, obra del impulsor de Azca, Antonio Perpiñá, y que en la actualidad alberga el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.


En la zona ajardinada de esta área se instalaron como parte del proceso de urbanización varias esculturas de corte abstracto, entre ellas un trípode y un paraboloide. Ésta, situada junto al Cuzco IV, es una obra muy característica del artista Andreu Alfaro –autor de, entre otros, los famosos “arcos” de la avenida de la Ilustración–, una variante de su serie Generatrices, que subraya la verticalidad del edificio.

Jaime Vera y Triángulo de Oro

Pero más allá de los hoteles y las oficinas, Castillejos también deja algunos ejemplos de arquitectura religiosa o social. Así, el ajado Instituto de Secundaria Jaime Vera, en la calle del General Yagüe. Inaugurado en 1933, su estilo racionalista se debe al arquitecto republicano Bernardo Giner de los Ríos –sobrino del fundador de la Institución Libre de Enseñanza–. En sus inicios, llegó a incluir una piscina cubierta. También destaca el polideportivo municipal Triángulo de Oro (Bravo Murillo, 374), estrenado en 1987 y bautizado así por los propios vecinos que batallaron para salvar este codiciado solar de la especulación. Junto a éste también se levantaría un complejo de viviendas sociales, en la esquina con el final de Capitán Haya. Rehabilitada varias veces, debido a su excesivo uso, esta instalación deportiva fue ideada por el arquitecto Pep Bonet, a partir de unas fachadas discretas que mezclan ladrillo y hormigón, y recibió en su día el Premio de Arquitectura del Ayuntamiento. 


En cuanto a las muestras sacras, destacan la Iglesia de San Eduardo, en General Margallo, y su moderna portada de ladrillo “hendida por una gran cruz de brazos desiguales”, obra del arquitecto experto en arquitectura religiosa Luis Cubillo Arteaga. También, casi escondida en el interior de la avenida del Brasil –número 25– permanece la parroquia de María Inmaculada y Santa Vicenta, en cuyo interior sobresale una notable vidriera, que crea una atmósfera luminosa al espacio.
En cualquier caso, ejemplos puntuales de un barrio dominado por los grandes bloques residenciales, hoteles y oficinas, pero entre cuyos vestigios artísticos se pueden hallar acreditadas piezas escultóricas, joyas infravaloradas, como el Cuzco IV, o impactantes rarezas como el sistema numérico-cromático-musical del instituto estadístico.

David Álvarez de la Morena

Bibliografía:
El Noroeste de Madrid. Tetuán, de José María Carrascal Vázquez. Ediciones La Librería. 1998. 
www.monumentamadrid.es (Ayuntamiento de Madrid).



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